lunes, 3 de septiembre de 2012

¿Y mi mascota qué?

Reciben cariño y devuelven dosis extra de monerías, correteos, movimientos de cola, lametones y ojillos de desvalido. Y, claro, sus dueños no se resisten a complacerlos con caprichos de hijo único. «En cuanto se ven con la ropa, saben que pasa algo. Se ponen contentos». 
Ya que se les corta el pelo, mejor que sea con un buen estilismo; por qué pasearlos con una traílla de cuero marrón, en lugar de hacerlo con una correa con incrustaciones de cristales de Swarovski; y no es lo mismo ponerles el clásico jersey de lana rojo que una cazadora de piel vuelta de Cavalli. Ya puestos, por qué no fotografiarlos con peluca, rastas o extensiones; pintarles las uñas con los colores de una firma cosmética especializada en animales; comprarles un souvenir de viaje, pasearlos en cochecito, pedirles pienso a domicilio para una noche de sofá y peli, encargarles una tarta de cumpleaños, colgarles un collar de brillantes, calzarlos con patucos antideslizantes en casa o vestirlos con un traje de novia para que lleven los anillos en la boda de sus dueños o con la camiseta de la selección para ver los partidos durante la Eurocopa. descargar archivo

No hay comentarios:

Publicar un comentario