El yoyó nació en China hace tres mil años, y se usaba como arma de guerra. En la Europa del siglo XVI, importado desde Filipinas, se usaba para cazar animales: se lanzaba a distancia y se trababa entre las piernas de las piezas de caza. Sólo a partir del siglo XVIII el yoyó empezó a considerarse un juego.
Y allí estaba, en mi colegio, a finales del siglo XX,de repente, sin previo aviso, un buen puñado de compañeros de clase se trajo un yoyó y jugaba con él, cuando el yoyó ya estaba pasado de moda.
A las dos semanas, todos tenían yoyó.
En las tiendas de la zona volaban.Transcurridos algunos meses, sin embargo, la gente dejaba de traer yoyós a clase.